Las carreteras llevan a todas partes. Surcan valles, montañas, llanuras, bosques, ciudades, desiertos, pueblos, incluso el mar.
Algunas son un placer a la hora de recorrerlas. Otras un infierno.
Ir descubriendo lo que aguarda después de cada curva, cada cruce, cada desvío, cada puerto: Un reto.