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martes, 23 de noviembre de 2021

Mirando p´a Cuenca

 Me planteé en noviembre, acudir a Cuenca a una celebración y aprovechar para descubrir nuevas tierras.

Para ello, en vez de observar el camino recomendado por los mapas, opté por el trayecto más corto, que no era precisamente el más recto.

El Alto Tajo y el río Guadiela, me regalaron unos paisajes sobresalientes.

A veces no es lo más recto lo mejor, ni lo mejor lo bueno, ni lo bueno lo más corto... Todo depende de muchos factores.











domingo, 3 de octubre de 2021

La N - 260

 La N-260 es una extraordinaria carretera que recorre la parte central de la cara Sur del Pirineo hasta la frontera con Francia por Port Bou.

Lo es por los paisajes que atraviesa. Por su sinuoso trazado. Por las poblaciones que une y por su longitud.

Hace años, por su proximidad, empecé a disfrutar de sus diferentes tramos, siendo frecuente recorrerla, menos, cuanto más alejada de casa.

La parte gerundense, lejana pero no olvidada, permanecía aun sin conocer, pendiente de mi atención, hasta que en Julio de 2018, decidí, pasando por la N-260, unir los cabos de Creus y Finisterre en un mismo viaje.

No pudo ser por el mal tiempo y lo postpuse hasta este año, en el que por fin, ya puedo decir, que he rodado por la totalidad de la N 260 con 3 motos diferentes.

Y de paso, aproveché para visitar la Montaña de Montserrat, Gerona, La Zona Volcánica de la Garrotxa y me metí en el cráter del volcán de Sta. Margarita.


 







 


 

viernes, 27 de agosto de 2021

De la costa de Vizcaya, a las Hoces de Alto Ebro y Rudrón, hasta La Bureba y Burgos

 En agosto de 2021, sin tener muy claro un destino definido para mi viaje, pero si su otientación: Al Norte; por la ola de calor que fundía la penínula, puse rumbo a Vizcaya.

En la capital y alrededores, junto a un guía excepcional, visité algunas playas y acantilados de una belleza indescriptible, como solamente en el litoral cantábrico se encuentran. Conocí algunos lugares emblemáticos y puse rumbo a la provincia de Burgos.

Con más fresco que calor, disfruté de los paisajes olvidados del alto Ebro y de las solitarias carreteras de la Bureba.

Un placer para los sentidos.


 





 





domingo, 27 de junio de 2021

La foto del libro de sociales. Entre España y Portugal. Los Arribes del Duero

 Hace mucho, mucho tiempo, cuando el mundo era joven...

 

Estudiaba en la EGB la asignatura de "sociales". Ciencias sociales para ser exacto.

En aquellos años 70, en los libros de texto se mostraban imágenes a todo color relacionadas con lo que la letra explicaba y dentro de la geografía, se encontraban los embalses.



Por lo que fuera, pues yo era muy pequeño y no sabría decir el motivo, las fotos de la presa de Aldeadávila y Almendra, sobre el río Duero, que recién inauguradas hacía pocos años que representaban los mayores logros de la ingeniería hidroeléctrica del país, se quedaron grabadas en mi memoria para siempre.

Casi 50 años después de aquello, visité los mismos lugares desde donde se tomaron aquellas fotografías, contemplando lo magnífico de las infraestructuras, los grandiosos entornos naturales que los rodean y algunas ciudades, pueblos y carreteras que por allí me encontré entre España y Portugal.

 
 







domingo, 23 de mayo de 2021

DESAPARECIDO EN TERUEL

 

Aprovechando unos días libres y un buen pronóstico del tiempo, me aventuré a pasarlos recorriendo esas carreteras olvidadas de la periferia de Teruel, donde se halla la explicación de la inexistencia del Teruel que existe.

Lejos de grandes ciudades, de metrópolis acomodadas, de territorios frecuentados por el turismo, por el tránsito de personas y mercancías.

Lejos de lo conocido, de lo sabido, de lo corriente, de lo usado.

Lejos de miradas, de atenciones, de prisas, de ambiciones.

Lejos de todo se encuentran estas tierras olvidadas por casi todos, recordadas por unos cuantos y queridas por unos pocos.

Allí me encaminé a recorrer las carreteras que ya antaño tuve el placer de conocer y que casi nada han cambiado.

Volví a sentir el silencio, la paz, la soledad del viajero que circula en solitario sin cruzarse con nadie por carreteras y caminos que casi nadie pisa, poco frecuentados, si acaso, por las escasas gentes que habitan algunos de los pueblos que atravieso entre calles y callejas vacías.

Los paisajes duros que recorro, violentos en ocasiones, con cortados verticales que agrietan la tierra sin piedad, cumbres agudas que apuntan alto al cielo, torrentes que huyen por el fondo de barrancos estrechos, túneles excavados a pico en la roca que llevan a la luz de otro cortado, de otra montaña, de unas carreteras que se agarran como pueden a las laderas de piedra soportando sobre su asfalto parcheado años de inviernos gélidos y lluvias torrenciales, me llevan siempre al mismo adjetivo: Inhóspito.

Teruel existe. ¡¡Ya lo creo que existe!!. Y ahí está. Para que llegues y te sorprendas. No te lo pierdas.